Los préstamos online son un servicio de financiamiento con el que no es necesario acudir a una oficina de una entidad financiera para conseguir dinero. Los hay de muchos tipos y, por eso, es importante compararlos antes de contratar uno.
En esta página, te explicamos lo más importante que debes saber sobre los diferentes tipos de préstamos online. Además, contestamos a las preguntas más frecuentes que puede tener un consumidor y te explicamos qué requisitos tendrás que cumplir para acceder a estos servicios.
Compinero es un comparador de préstamos online independiente. Esto quiere decir que analizamos a los prestamistas online de España y tratamos de informarte tanto de sus puntos fuertes como de los débiles.
En cualquier servicio financiero, es importante comparar las ofertas disponibles antes de contratar. Los préstamos online no son una excepción. Con nosotros, podrás comparar de un vistazo los aspectos esenciales a la hora de tomar una decisión sobre financiación. Estos son los factores en los que debes fijarte, como míninimo, al elegir un préstamo.
Lo principal es que con los préstamos online puedas conseguir la cantidad de dinero que necesitas. Pedir un préstamo por menos dinero, no solucionará tu problema, pero generará unos gastos extra como son los intreses del propio préstamo.
Verte obligado a pedir una cantidad diferente a la que necesitas, puede hacer que la financiación te resulte demasiado cara. Por eso, es importante encontrar prestamistas online flexibles que puedan ofrecerte justo lo que requieres.
El tipo de interés es el precio que debes pagar por tener un dinero que no es tuyo en tu poder. Sin embargo, no puedes comparar tipos de interés en préstamos en línea de diferentes duraciones porque te pueden dar una idea equivocada de su coste. Para hacer eso, tenemos la TAE que, además, tiene la buena característica de añadir al cálculo todas las comisiones o gastos que sean obligatorios para la adquisición del préstamo.
También es importante que el prestamista online pueda ofrecerte el dinero todo el tiempo que lo necesites. Incluso un préstamo sin intereses, si tiene un vencimiento demasiado corto, puede ser poco aconsejable. Imagínate que ahora consigues un préstamo de 300 € y que es sin intereses o, mejor dicho, gratis. En principio parece una buena operación, pero si tienes que devolverlo en 30 días y tu sabes que vas a necesitar más tiempo para ahorrar el dinero, podrías estar generándote un problema con el riesgo de cometer un impago al pasar los mencionados 30 días. En ese caso, puede resultar más conveniente un préstamo que genere costes, pero te permita tener más tiempo.
Los requisitos que te exijan también son esenciales, especialmente si buscas los préstamos online con cierta urgencia, ya que de no cumplirlos, perderías el tiempo haciendo la solicitud, para luego acabar siendo rechazado de forma automática.
Consejo extra: Recuerda que aunque te apoyes en nuestra comparativa de préstamos online, es esencial que leas y comprendas completamente el contrato. Nunca des tu consentimiento a algo que no entiendes completamente. Los prestamistas tienen servicios de soporte, que deben ayudarte a solucionar tus dudas sobre sus préstamos.
Los prestamistas online en España suelen solicitar estos requisitos para optar a un préstamo:
Los requisitos de cada tipo de préstamo online pueden ser muy diferentes. Sin embargo, hay algunas condiciones que son generales para todos los préstamos online. De hecho, en la mayoría de casos son requisitos legales, por lo que si encuentras un proveedor que no cumpliese con ellos, asegúrate de comprobar de que tratas con una entidad fiable.
Este requisito es indispensable para absolutamente todos los préstamos online. Si no tienes 18 años o estás emancipado de modo que tengas capacidad para firmar contratos, no podrás solicitar financiamiento.
Cualquier contrato firmado por una persona menor o sin capacidad de obrar, no tendría valor.
En algunos casos pueden llegar a hacer una excepción, quizá, si tienes mucho patrimonio u ofreces una garantía muy interesante, pero en general cualquier prestamista querrá ver que tienes ingresos regulares.
Algunos consumidores se sorprenden de esto porque hay entidades financieras que ofrecen créditos sin nómina. Sin embargo, el hecho de no tener nómina, no implica no tener ingresos regulares.
Estos prestamistas online pueden aceptar dar préstamos online a consumidores que sean autónomos o cobren una prestación por desempleo. Sin embargo, normalmente no se arriesgarán a dar préstamos en línea a alguien sin ingresos.
Ten en cuenta que debido a la lucha contra el lavado de capitales, la persona que solicita el préstamo debe ser la que lo recibe. Por ello, es indispensable que sea titular de una cuenta bancaria a su nombre, al menos, si quiere llevar a cabo todo el proceso online.
Este requisito es habitual porque los préstamos online están diseñados para que los medios físicos no sean necesarios para nada.
Harán las notificaciones que tengan que hacerte por correo electrónico o SMS, en lugar del correo postal tradicional.
Además de lo anterior, que es prácticamente necesario para todos los préstamos online, hay algunos otros requisitos que son comunes, aunque se puedan encontrar entidades que no los solicitan.
Consejo extra: Aunque los préstamos sin requisitos sean más cómodos, generalmente aceptar requisitos como una garantía o una hipoteca conlleva reducir los intereses y por ende el coste del préstamo. Si puedes cumplir con ellos, no te cierres solo a las opciones sin requisitos.
Los préstamos online tienen dos grandes categorías:
Los préstamos personales online son aquellos que se conceden a personas físicas. A su vez, se pueden dividir en diversas categorías dependiendo de características como:
Su factor común es que al ser personales, el prestatario, es decir, la persona que recibe el préstamo responde con su patrimonio personal. En caso de no pagar, la entidad financiera puede reclamarle que venda u ofrezca sus bienes para efectuar el pago.
Antes de poder recibir un préstamo online del tipo personal, el prestamista querrá hacer una investigación sobre tu solvencia. Como regla orientativa, puedes pensar que si las cuotas de devolución de deudas que tengas que afrontar superan el 30 % de tu salario, las probabilidades de que rechacen tu solicitud son bastante altas.
Consejo extra: Antes de solicitar un préstamo personal, es buena idea que hagas un plan para reducir tus gastos, de modo que tengas capacidad de ahorro para ir acumulando el dinero necesario para la devolución del préstamo.
Algunos tipos de préstamos populares dentro de esta categoría son:
Los créditos rápidos online son un tipo de préstamos online que se caracteriza por la inmediatez. En la publicidad, verás que se anuncian como préstamos en 10 minutos o intervalos similares.
Sin embargo, esa es la velocidad con que te dan una respuesta a tu solicitud o con que ellos emiten la transferencia. Después los tiempos reales desde la emisión de la transferencia hasta la llegada a tu banco dependen de tu banco y el suyo, por lo que no queda bajo su control.
Son préstamos personales pensados para situaciones de necesidad urgente. No son recomendables para pagar asuntos relacionados con el ocio, sino que deben usarse para pagar cosas realmente importantes.
El TAE de estos préstamos personales es muy alto. Es el precio a pagar a cambio de poder disponer de dinero rápidamente.
Consejo extra: Varios prestamistas de préstamos rápidos ofrecen el primer préstamo rápido gratis. No dudes en aprovecharte de ellos si te surge la necesidad. ¡Devolverás exactamente lo mismo que pediste!
Puedes leer más sobre créditos rápidos aquí.
Los préstamos online para el coche también se consideran préstamos personales, a no ser que el vehículo se utilice para una actividad profesional y que se pida el préstamo a nombre de una entidad.
Estos préstamos en línea permiten diferir el pago de la compra de un vehículo que puede ser nuevo o de segunda mano.
En ocasiones, se puede colocar el propio vehículo como garantía de estos préstamos online, de modo que si no se devuelve el dinero, el prestamista se quede con el coche, pero la deuda quede saldada.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los vehículos se devalúan rápidamente, así que no siempre son buena opción si el vencimiento del préstamo es a largo plazo.
Aquí puedes leer más sobre financiar el coche.
Para la mayoría de los consumidores, las hipotecas son el préstamo más grande que se puede pedir y normalmente se asocia a la compra más importante de la vida de una persona.
Como seguramente ya sepas, son préstamos personales que se utilizan para financiar la compra de una propiedad, normalmente una vivienda, poniéndola a esta como garantía. Esto quiere decir que si el consumidor no cumple con los pagos, el prestamista puede ejecutar la hipoteca y quedarse con la casa.
Como suelen ser préstamos a largo plazo, es importante reflexionar sobre el tipo de interés que se prefiere. Las hay algo más caras a tipo de interés fijo o, en principio, más baratas referidas a la variación de algún tipo de índice.
Los préstamos para empresas son aquellos que se utilizan para financiar actividades económicas. Sin embargo, para el caso de los profesionales autónomos, los préstamos seguirán siendo préstamos personales.
Los hay de tipos muy diversos:
Los intereses varían en función del tipo de préstamo y del riesgo percibido por el prestamista.
Antes de embarcarte en el camino de solicitar un préstamo online, es crucial que dediques un tiempo a evaluar tu capacidad de pago. Este paso requiere un examen detallado de tus finanzas personales, incluyendo tanto tus ingresos como tus gastos.
Para empezar, debes calcular tus ingresos mensuales. Esto no solo incluye tu salario, sino también cualquier otro ingreso que puedas tener, como ingresos por rentas, ingresos secundarios o pagos regulares de beneficios. Al sumar todas estas fuentes, obtendrás una visión clara de cuánto dinero entra en tu cuenta cada mes.
A continuación, debes detallar tus gastos mensuales. Esto debe incluir todas tus facturas y gastos recurrentes, como alquiler o hipoteca, servicios públicos, alimentación, transporte, seguros y pagos de otras deudas. No olvides incluir los gastos no regulares pero necesarios, como el mantenimiento del coche, ropa y ocio. Esto te dará una idea clara de cuánto dinero sale de tu cuenta cada mes.
Una vez que tengas claridad sobre tus ingresos y gastos, puedes determinar tu capacidad de pago. Resta tus gastos totales de tus ingresos totales para ver cuánto dinero te queda al final de cada mes. Este remanente es lo que potencialmente podrías destinar al pago de un préstamo.
Es importante recordar que tu capacidad de pago debe ser suficiente para cubrir el pago del préstamo sin causar estrés en tus finanzas. Si los pagos del préstamo hacen que tus gastos superen tus ingresos, podrías encontrarte en una situación de dificultades financieras a largo plazo, lo que podría llevar a incumplimientos en el pago del préstamo.
Por lo tanto, si descubres que un préstamo que estás considerando podría poner en riesgo tu estabilidad financiera, podría ser prudente reconsiderar la cantidad que deseas pedir prestado o buscar otras opciones de financiación.
Lo ideal es que los préstamos sean una solución y no un problema, pero en ocasiones ocurren imprevistos y necesitamos una financiación que realmente no podemos pagar. De hecho, muchas veces lo que ocurre es que inicialmente el deudor sí que puede pagar, pero ocurre algo en su vida que cambia su situación financiera y hace que sea imposible que salga de las deudas. En estas situaciones, infórmate sobre la ley de segunda oportunidad.
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