Los préstamos sin tarjeta de crédito o de débito son préstamos que se pueden obtener sin la necesidad de tener dichas tarjetas. El dinero se transfiere directamente a la cuenta bancaria del solicitante. Por eso, también se los conoce como préstamos solo con cuenta bancaria sin tarjeta de débito.
Este tipo de préstamo se distingue por su facilidad y conveniencia. Todo lo que necesitas para solicitarlo es un número de cuenta bancaria (IBAN) válido en un banco español. Durante el proceso de solicitud, no tendrás que proporcionar ninguna tarjeta ni, en muchos casos, documentación más allá de tu DNI o algún recibo o nómina. Esto simplifica y agiliza el proceso de solicitud.
Las entidades financieras que ofrecen préstamos sin tarjeta de crédito suelen ser muy accesibles. No requieren intermediarios ni cambiar de banco y puedes obtener el dinero el mismo día o al día siguiente en la mayoría de los casos. A la hora de devolver el dinero, tienes la opción de hacerlo mediante transferencia bancaria o ingreso, sin necesidad de utilizar una tarjeta de crédito para pagar la cuota o cuotas del préstamo. Sin embargo, si prefieres pagar con tarjeta, esta opción suele estar disponible.
Cualquiera de las entidades de arriba concede préstamos sin tarjeta de crédito. El proceso para conseguirlo es sencillo y totalmente online:
En Compinero, puedes encontrar varios prestamistas que ofrecen préstamos online sin tarjeta. Nuestro consejo es que compares tipos de interés, si sus requisitos se ajustan a lo que tú puedes cumplir y si ofrecen el plazo de devolución y cantidad de dinero que necesitas.
Una vez hayas hecho esa comparación, elige uno y haz clic en el botón para ir a la web oficial del prestamista.
En el paso 2 te pedirán que des tus datos personales, así como información sobre tu situación financiera. Puesto que muchas de las empresas que conceden préstamos sin tarjeta de crédito se dedican a los préstamos rápidos, es habitual que te pidan los datos de inicio de sesión del banco a través de una app en su web para así poder comprobar los movimientos. En las empresas legítimas es un proceso seguro y el software está diseñado para que los datos de inicio de sesión no queden registrados y nadie pueda acceder a tu cuenta. Sin embargo, si no te sientes cómodo con ello, es mejor que escojas otra empresa o contactes con la que estabas haciendo la solicitud para ver si te ofrecen la posibilidad de hacer el estudio de solvencia de forma manual enviándoles tú los documentos que necesiten.
Tras enviar tu información, te darán una respuesta, generalmente, por SMS o correo electrónico o ambos. En la actualidad, muchos prestamistas responden a los pocos segundos de enviar la solicitud y los que no lo hacen no suelen tardar más de 3 días.
Con la respuesta, te darán instrucciones de cómo seguir en caso de que te parezca bien lo que te ofrecen. La firma del contrato se hace online. Puede ser introduciendo un código exclusivo que te envíen o mediante una app de firma digital integrada en la web del prestamista. Sea como sea, puedes estar tranquilo porque sera fácil de hacer.
Los requisitos básicos son muy sencillos:
Toda la contratación se puede hacer online y el papeleo se reducirá al mínimo, pero aun así necesitarás un par de cosas. Esto es lo más probable aunque dependerá de cada caso:
*Algunos prestamistas pueden pedirte una tarjeta de débito para cargar en ella las devoluciones del préstamo cuando lleguen los plazos de las cuotas.
En estos préstamos solo con cuenta bancaria sin tarjeta de débito, la cuenta bancaria es necesaria porque el prestamis necesita poder evaluar tu situación financiera antes de decidir si te concede el préstamo. Si no tuvieras cuenta, incluso aunque fueses solvente, ellos no podrían comprobarlo o les resultaría muy complicado.
Los préstamos sin tarjeta de crédito suelen poder devolverse mediante transferencia bancaria. En algún caso, incluso podrás domiciliar el cargo para que no corras el riesgo de que se te olvide el día de pago.
Para contestar a esta pregunta debes comparar la TAE de ambas operaciones. Así, podrás ver cuál de las dos sería más barato si durara un año.
A continuación, es cuestión de comprobar cuál de las dos opciones se adapta mejor a lo que necesitas.
Dentro de los préstamos sin tarjeta, destacan los minipréstamos o mini créditos. Su particularidad es que la cantidad que se puede solicitar no suele sobrepasar los 300 euros, pero a cambio los requisitos que exigen son mínimos y, por ello, son posibles sin tarjeta. Por ejemplo en Vivus no te pedirán la tarjeta.
Depende del prestamista. Los prestamistas que se dedican a préstamos rápidos suelen aceptar clientes en ASNEF siempre que la deuda no sea muy alta y no sea una deuda con otra entidad financiera. Por otro lado, los bancos y prestamistas que ofrecen intereses más bajos es más probable que no acepten ASNEF.
Normalmente son bastante rápidos y el dinero llega entre unas pocas horas y 48 horas desde el momento de la firma digital del contrato. En todo caso, si te preocupa la velocidad del prestamista y necesitas el dinero cuanto antes, te recomendamos echar un vistazo a nuestra lista de préstamos urgentes.
La fiabilidad de los préstamos sin tarjeta de crédito depende en gran medida del prestamista. Como cualquier tipo de producto financiero, estos préstamos pueden ser tanto fiables como un timo y esto depende principalmente de la reputación y las prácticas de la entidad financiera que los ofrece.
Los prestamistas legítimos que ofrecen préstamos sin tarjeta de crédito operan con transparencia, proporcionan términos y condiciones claros, cumplen con las regulaciones financieras y tratan de manera justa a sus clientes. Estos prestamistas son fiables y su oferta de préstamos sin tarjeta de crédito puede ser una solución de financiación válida para muchas personas, especialmente para aquellos que no tienen una tarjeta de crédito o prefieren no usarla.
Sin embargo, como con cualquier servicio financiero, también existen actores deshonestos en el mercado. Algunos prestamistas pueden tratar de aprovecharse de los prestatarios a través de tasas de interés exorbitantes, términos confusos o prácticas de cobro agresivas. Es por ello que es crucial investigar a fondo a cualquier prestamista antes de aceptar un préstamo. En Compinero, hemos tratado de reunir una lista de prestamistas fiables en esta misma página para que puedas seleccionar uno con seguridad.
En todo caso, revisa la reputación del prestamista, lee detenidamente los términos del préstamo y no dudes en hacer preguntas si algo no está claro. Si un acuerdo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea (especialmente cuando te ofrecen el préstamo sin pedirte que tengas ingresos regulares ni una garantía o aval. La conjunción de las dos cosas es muy sospechosa. Solo una de ellas puede ser perfectamente normal).