Hay un gran interés sobre los créditos rápidos por parte de los usuarios, pues la verdad es que es un servicio que puede resultar muy útil, ya que ofrece las siguientes ventajas:
Como en cualquier servicio financiero, las entidades que los ofrecen son bastante serias. Esto quiere decir que generalmente puedes informarte sobre sus datos con facilidad, tienen un servicio de soporte disponible y ofrecen contratos con condiciones muy claras.
Por ley, la entidad financiera que concede créditos rápidos debe informar claramente de:
Por otra parte, también puedes esperar una actitud muy rigurosa respecto a los pagos.
En este sentido, es importante identificar bien tu transferencia bancaria, si este es el método de pago que utilizas, para que ellos identifiquen el pago como realizado. De lo contrario, podría ocurrir que a pesar de que hayas pagado, a ellos no les conste y se pongan en contacto contigo para reclamarlo.
Cada entidad te dará instrucciones claras sobre cómo hacer los pagos para que no haya problemas. Además, si tienes dudas, puedes pedir ayuda al servicio de soporte al cliente.
Si no pagas a tiempo, puedes esperar tener que pagar una tarifa por el mero hecho de que te avisen de que te has retrasado. También te aplicarán unos intereses de mora que suelen ser bastante altos. Si prolongas el impago en el tiempo, pueden inscribirte en un fichero de morosos como ASNEF, lo cual no es nada recomendable.
Los créditos rápidos son un tipo de préstamos online y en concreto de préstamos personales. Esto quiere decir que no aceptan clientes institucionales como pueden ser empresas u otros tipos de organización.
Sus intereses se en encuentran entre los más altos de los diferentes tipos de préstamos. La razón de ello es que se trata de un servicio:
Pedir un crédito rápido no implica que el usuario vaya a ser registrado en ASNEF, ni que vaya a tener ningún problema. Simplemente, implica entrar en un contrato en el que el usuario se compromete a devolver el dinero en un plazo de tiempo. Si esto se hace conforme a lo acordado, no experimentarás ningún problema ni inconveniente.
Generalmente, los créditos rápidos se devuelven completamente en un pago único que incluye devolución del principal más intereses en la fecha de vencimiento del crédito. No obstante, el mercado se está volviendo más flexible y ahora hay empresas que permiern devolver el dinero en 60, 90 o incluso 120 día aunque se trate de una cantidad pequeña.
Consejo extra: Si no necesitas el dinero de manera urgente, en lugar de los créditos rápidos puede serte de utilidad algún otro tipo de préstamo. Seguramente, consigas unas condiciones más baratas.
Cuando tratas con prestamistas españoles, te ampara la regulación de consumo. Esto quiere decir que disfrutas del derecho de desistimiento del contrato. En los primeros 14 días desde la firma, puedes cancelar el contrato pagando solo los intereses devengados hasta el momento, pero sin tener que pagar ningún tipo de comisión por pago anticipado.
Aunque las empresas de créditos rápidos se caracterizan por ser muy laxas con los requisitos que exigen, hay ciertos mínimos que todo consumidor debe cumplir.
Conocerlos antes de enviar tu solicitud, te ayudará a evitar frustraciones o contar con un dinero al que realmente no tengas acceso:
Las solicitudes de los créditos rápidos son sencillas y no requieren de mucho tiempo. De hecho, son una buena manera de conseguir dinero al momento, ya que la respuesta a la solicitud suele llegar en minutos y el prestamista hace la transferencia rápidamente una vez el cliente confirma su conformidad.
Cuando vayas a hacerla debes tener preparado tu DNI o una imagen del mismo por ambas caras escaneada. También necesitarás los datos de acceso a tu banco online porque ellos estudian la solvencia de los clientes mendiante un robot que examina los movimientos de la cuenta bancaria. Es un proceso automatizado y, por supuesto, toda la información va encriptada.
Tras hacer el análisis financiero, te enviarán una respuesta. Si te conceden el préstamo, te dirán como proceder para firmar el contrato. La firma se hará online. Puede ser mediante el envío de un SMS o mediante una aplicación segura para firma de documentos. Sea como sea, es algo fácil y ellos te guían por el proceso con mucho detalle.
Una vez firmado el contrato, dan la orden de hacer la transferencia y a partir de ahí, solo tendrás que esperar a que llegue el dinero, lo cual con la normativa SEPA no suele llevar más de 24 horas.
El servicio básico de los créditos rápidos sigue la secuencia:
1) Solicitud
2) Estudio de la solicitud
3) Recepción del dinero
4) Devolución.
Sin embargo, algunas entidades financieras ofrecen más flexibilidad mediante lo que en Compinero hemos categorizado como servicios extra:
Consejo extra: Si no vas a poder devolver el préstamo a tiempo, avisa al prestamista para tratar de alargar el plazo. Esto generará algunos gastos, pero serán menores que si cometes un impago sin dar ningún tipo de aviso.
Si te estás planteando acudir a los créditos rápidos, la siguiente guía te puede ser de utilidad.
Anota en un papel cuánto necesitas, para qué lo necesitas y durante cuánto tiempo.
Definir cuánto y cuánto tiempo te ayudarán a seleccionar prestamistas que cumplan los requisitos. Definir para qué quieres el dinero te ayudará a no gastarlo en ninguna otra cosa, por tentador que sea tener dinero fresco en el banco.
Aunque las empresas de créditos rápidos estudien la solvencia de sus clientes, si quieres estar seguro de poder devolverlo es mejor que hagas tu propio estudio.
Anota tus ingresos y gastos regulares. Trata de identificar también tus gastos menos regulares, de modo que consigas tener la idea más exacta posible de la diferencia entre tus ingresos y gastos.
Esa diferencia es la capacidad de ahorro que tienes para acumular dinero. Multiplica esa capacidad por el tiempo que vayas a tener el préstamo y eso es lo que te puedes permitir devolver al final del mismo. Ten en cuenta que esa cantidad incluirá los intereses que debas pagar por obtener el dinero, lo que quiere decir que el préstamo debería ser de menor cantidad.
Consejo extra: No cometas el error habitual de ignorar pequeños gastos como los pagos del streaming de series o algún otro capricho que te permitas y pagues cada mes. Gastos regulares son todos, por pequeños que sean, que sean recurrentes durante cada mes del año.
Cuando compares no te fijes solo en la TAE. Fíjate también en las cantidades brutas. Como te hemos explicado, el prestamista debe informarte de la cantidad total a devolver y la parte de ella que son intereses, utiliza estas cantidades para comparar préstamos además de la TAE.
Fíjate también en la transparencia de la empresa. En igualdad de condiciones, es mejor que tiendas a contratar el financiamiento con las empresa que creas que utiliza contratos y publicidades más claras.
No te niegues a cumplir requisitos. Si te permiten presentar una garantía o un avalista y puedes hacerlo, seguramente haciéndolo puedas conseguir mejores condiciones. Generalmente, los créditos rápidos no te permiten hacer esto porque enlentecería el proceso, pero no pierdes nada por preguntar.
Usa el dinero de los créditos rápidos exclusivamente para aquellos objetivos que definiste al principio. Un error habitual es verse con dinero en la cuenta bancaria y darse algún homenaje. No lo hagas. Los homenajes, mejor solo con tu propio dinero.
Si te sobra algo de dinero del crédito, guárdalo hasta que tengas que devolverlo. También puedes comprobar si ese prestamista permite hacer devoluciones anticipadas.
Evita descuidos que puedan salirte caros. Si puedes, domicilia el pago de devolución del préstamo de forma que llegada la fecha, la devolución se haga automáticamente.
Siempre es buena idea que la fecha de devolución del préstamo esté cercana al día que cobras tu salario porque así habrá más fondos en tu cuenta.
Con los créditos rápidos hay que ser responsable. Para ello, te ofrecemos estos consejos sobre lo que puedes hacer y lo que no debes hacer.
No debes tomarte los créditos rápidos a la ligera y utilizarlos para cualquier cosa. Es cierto que las entidades no piden explicaciones sobre lo que vas a hacer con el dinero, pero usarlo para viajes, compras de televisiones, consolas y otros caprichos es poco responsable.
Si no estás seguro de si vas a poder devolver el dinero, no debes pedir el crédito. Si sí que lo estás, espera un mes, ahorra como si tuvieras el crédito y tendrás el dinero necesario para pagar tu ansiada compra.
Para muchos, es tentador usar el dinero de los créditos rápidos para devolver otro préstamo. Sin embargo, debido a sus altos intereses esto no es nada recomendable. Por lo general, el resultado de hacerlo será que de aquí a unos 30 días cuando venza el crédito rápidos, tendrás que devolver el dinero y deberás lo mismo que ahora, más los intereses.
Si no puedes devolver un préstamo, trata de buscar otras soluciones. Si tu situación ha llegado a tal punto que eres insolvente, no dejes de informarte sobre la Ley de segunda oportunidad.
Consejo extra: En vez de financiar el pago total con un crédito rápido, puedes tratar de financiar solo la mitad y poner la otra mitad de tu bolsillo. De esta manera, usas el crédito como una forma de dividir el pago en dos partes, de modo que no afecte tanto a tu presupuesto mensual y, de paso, reduces los intereses.
Lo mejor de los créditos rápidos es que con ellos puedes hacer absolutamente lo que quieras. Puedes usarlos para pagar cosas superficiales o para afrontar los pagos más importantes. Ahora bien, una cosa es que puedas y otra que debas.
Sobre lo que no debes hacer ya tienes una idea en la sección de arriba. Por eso, a continuación te damos algunas ideas de cosas que puedes hacer:
Puedes pagar una factura de un gasto imprevisto, pero importante. Ejemplos típicos de este caso son las facturas del dentista, de un fontanero, un fisioterapeuta y un cerrajero. En general son servicios caros a los que solo acudimos en casos de verdadera necesidad. Si llegado el momento no tienes dinero, los créditos rápidos te pueden ayudar.
Puedes usarlos para pagar multas de forma rápida. La gran mayoría de las multas, tienen un importante descuento, muchas veces del 50 %, si las pagas en los primeros días tras recibirlas. Es un caso en el que pedir un crédito rápido que podrás devolver una vez cobres tu salario, puede merecer la pena.
Puedes usarlo para lo que quieras, siempre que estés seguro de que vas a poder devolverlo. Si a pesar de lo que te hemos dicho, quieres darte un capricho, solo te pedimos que te asegures plenamente de que podrás devolver el dinero. Si es así, la experiencia con los créditos rápidos será satisfactoria y te permitirá disfrutar de mucha más flexibilidad financiera.
Tradicionalmente, los créditos rápidos en España han sido de cantidades pequeñas, pero ahora hay entidades que todavía podemos considerar rápidas que trabajan con cantidades más altas, como por ejemplo, Lea Bank. Para verlas, puedes mirar en nuestra página para encontrar un préstamo de 3000 euros.