Los préstamos para empresas se diferencian de los préstamos al consumo en que se conceden a la institución y no a la persona que hay detrás. Esto quiere decir, que la responsabilidad de la devolución del préstamo recae sobre la propia empresa.
Si el dinero se va a utilizar en asuntos de la empresa, lo más recomendable es que el préstamo vaya a nombre de la compañía y no de una persona. Siempre es recomendable separa en la medida de lo posible, las finanzas personales y las profesionales. Además, de esta forma, se disfrutará de la protección propia de la empresa, especialmente si es una sociedad anónima o limitada. Ahora bien, esto no quiere decir que un hipotético impago vaya a quedar impune.
Uno de los problemas habituales cuando las compañías buscan préstamos para empresas pequeñas, es que las entidades financieras solo conceden préstamos para empresas a partir de cantidades demasiado altas.
Cuando esto ocurre, muchas PYMEs se quedan sin la posibilidad de acceder a financiación, lo que en un momento dado puede tener graves consecuencias.
Entre los prestamistas de nuestra comparativa de préstamos para empresas, hay varios que no tienen problema en ofrecer cantidades humildes. Afortunadamente, el mercado financiero es ahora mucho más abierto y hay proveedores para clientes de todo tipo y con necesidades diversas.
Las empresas nuevas y los emprendedores además de afrontar el problema anterior, tienen el gran hándicap de no contar con un historial crediticio. De hecho, al ser nuevas, puede que ni siquiera tengan justificantes de impuestos que muestren sus ingresos en los últimos años.
Esto hace que los prestamistas se queden sin referencias para poder evaluar la solvencia de la empresa. Por tanto, son mucho más reacios a conceder préstamos para empresas nuevas.
La solución más habitual es que el emprendedor o propietario de la empresa figure como avalista de la empresa o se ponga algún activo de valor como garantía.
Además de esto, siempre es útil mostrar a la entidad financiera un plan de negocio con una estimación razonable y razonada de ingresos y gastos, que muestre la viabilidad de la misma y de la devolución del préstamo.
Quizá intuitivamente se pueda pensar que los préstamos para empresas siempre les afectan negativamente, pero no es así.
Un préstamo puede ser una buena decisión nada negativa. Lógicamente, para ello es necesario que se tome la decisión de forma sopesada y basándose en justificaciones racionales. Algunas de ellas podrían ser:
Estas son solo algunas razones por los que los préstamos para empresas pueden ser muy positivos para las mismas. En el mundo de los negocios, el dicho “dinero llama dinero” a veces parece una ley.
Por supuesto puede haber muchas otras razones para solicitar préstamos para empresas. De la misma manera, incluso esgrimiendo las razones anteriores, puede que en el caso de tu empresa, pedir el préstamo no sea recomendable. Simplemente hemos querido dar algunos ejemplos que muestren que endeudarse, a veces, es mucho mejor que no hacer nada.
Existen multitud de tipos que se pueden categorizar en función de diferentes factores. Al final, el objetivo es el mismo: encontrar préstamos para empresas que permitan a la organización seguir con sus actividades.
A continuación, te ofrecemos un listado con los tipos de préstamos para empresas más comunes:
Es un préstamo de dinero por el que la empresa recibe el dinero en su banco, lo tiene a su disposición durante un tiempo y se comprometes a devolverlo o haberlo devuelto completamente a la fecha de vencimiento.
Dentro de este concepto, hay una gran cantidad de subtipos.
A diferencia de los préstamos, las líneas de crédito ponen a disposición del cliente una cantidad de dinero, pero no cobran intereses si el cliente no lo utiliza.
Con un préstamo, el dinero pasa a tu cuenta bancaria y pagas unos intereses independientemente de si lo usas o no. Con una línea de crédito, el dinero está a tu disposición, pero no en tu cuenta bancaria, de modo que solo pagar intereses si lo usas.
También conocido como factoraje, consiste en la financiación de una factura que se va a cobrar dentro de un tiempo. Gracias a ello, la empresa puede disponer hoy, de un dinero que no cobraría hasta dentro de unos días, semanas o meses.
En muchas ocasiones, las empresas de factoring también incluyen la gestión de las deudas que no se cobran a tiempo.
Algunas empresas, también usan servicios similares para financiar las devoluciones de IVA. Por ejemplo, es habitual que las empresas de transporte tengan que pagar grandes cantidades de IVA que luego Hacienda les acabará devolviendo.
Consiste en alquilar un bien, por ejemplo una maquinaria de alto coste, pero añadiendo una opción de compra al final del periodo. En ocasiones, la opción de compra es obligatoria y, en este caso, no hay gran diferencia con haber pedido un préstamo para empresas para financiar la compra.
Iniciativas públicas como el ICO (Instituto de Crédito Oficial)
Los préstamos ICO provienen del gobierno, pero son gestionados a través de entidades financieras autorizadas.
Son interesantes porque los tipos de interés son realmente bajos. Se dividen en dos categorías:
Los requisitos de estos préstamos varían en función de la entidad financiera autorizada que ejerza como intermediaria, así que te recomendamos que acudas a varias para informarte.
En general y sin conocer tu situación, podemos decir que suelen ser una muy buena opción si se cumplen los requisitos, así que merece la pena invertir algo de tiempo en informarse.
El crowdlending también se dedica a los préstamos para empresa. Consiste simplemente en pedir el préstamo a una gran cantidad de pequeños inversores, de modo que cada uno de ellos ponga solo una pequeña proporción del importe total.
Gracias a internet, tener acceso a inversores ávidos de conseguir una rentabilidad razonable a cambio de prestar su dinero es más fácil que nunca.
Los intereses en el crowdlending dependerán del estudio de solvencia que hagan de la empresa solicitante. Suelen ser competitivos, pero no podemos decir que vayas a encontrar ninguna ganga. Simplemente son otra posibilidad más que puedes estudiar.
Se denomina así a inversores privados dispuestos a invertir en préstamos para empresas nuevas. El concepto tradicional es un conjunto de empresarios con bastante patrimonio que se reúnen para oír las propuestas de emprendedores que necesitan dinero.
Sin embargo, a día de hoy, también se podría considerar business angels a los inversores de una plataforma de crowdlending.
Es una idea similar al crowdlending en lo que se refiere a cómo encontrar a los inversores. La diferencia es que con el crowdfunding la empresa solicita un préstamo y con el crowdlending lo que hace es ofrecer participaciones en su capital.
De este modo, los inversores se convierten en pequeños propietarios.