Una tarjeta de crédito es un documento de plástico que emite una entidad financiera como parte de un servicio de crédito preconcedido.
A diferencia de los préstamos, en cuyo caso se estudia la solvencia en cada ocasión que se solicita uno, la tarjeta de crédito suele tener un único estudio de solvencia. Esto significa que una vez se obtiene la tarjeta de crédito, el consumidor puede acceder a la financiación en cualquier momento. Es decir, no pierde la posibilidad de obtener el dinero, aunque no se utilice en las primeras semanas o meses.
Por supuesto, las entidades financieras pueden revisar la solvencia del consumidor de vez en cuando, pero no tiene por qué coincidir con cada disposición de dinero, de modo que las disposiciones son automáticas cuando las solicitar el cliente.
Límite de crédito: Es la cantidad máxima que la entidad financiera está dispuesta a prestar al consumidor.
Interés: Es una tasa porcentual que se aplica a la cantidad de dinero que se recibe en concepto de financiación. Es decir, es la contraprestación que recibe la entidad financiera a cambio de prestar dinero.
Es importante tener claro que con la tarjeta de crédito, si no se dispone del dinero, no se generan intereses.
Comisiones: Algunas tarjetas de crédito tienen comisiones por diferentes conceptos como mantenimiento, disposición de efectivo, etc.
Una tarjeta de crédito suele ser configurable. Gracias a ello, el consumidor puede elegir si cada vez que dispone de dinero del crédito quiere devolverlo en mensualidades iguales a cierta cantidad o devolverlo todo a final de mes.
Para cambiar el sistema de devolución, suele bastar con ponerse en contacto con el servicio de soporte del proveedor de la tarjeta, siempre que ofrezca esta posibilidad.
Algunas tarjetas, no cobran intereses si se devuelve todo el dinero en la primera mensualidad. Sin embargo, lo más habitual es que los intereses se generen desde el primer momento.
La apariencia física de ambas es bastante similar, salvo porque en la tarjeta de débito suele aparecer la palabra “DÉBITO” o “DEBIT” y en la de crédito “CRÉDITO” o “CREDIT”.
La principal diferencia entre tarjeta de crédito y débito es que con la segunda solo puedes disponer de tu propio dinero, pero no de crédito de la entidad proveedora. Esto quiere decir que con una tarjeta de crédito podrás comprar cosas aunque en ese momento no haya dinero en la cuenta, siempre que la compra no haga que superes tu límite de crédito. Por el contrario con la de débito solo podrás comprar cosas si tienes todo el dinero necesario en la cuenta bancaria asociada a la tarjeta.
Otra diferencia entre tarjeta de crédito y débito son las condiciones de unas y otras. Generalmente, las tarjetas de débito tienen unas condiciones mucho más laxas que las de crédito, pues estas segundas no se conceden a todo el mismo.
Una diferencia importante entre tarjeta de crédito y tarjeta de débito es que, en muchas ocasiones, cuando pagas con la tarjeta de crédito, la entidad financiera utiliza el crédito y el pago no se carga en tu cuenta hasta la liquidación de fin de mes. En muchos de esos casos, la entidad cobra unos intereses por los días que pasan desde que se realiza el pago hasta que tú lo devuelves a fin de mes.
Consejo extra: Si tienes una tarjeta de crédito, posiblemente podrás configurarla para que funcione como una tarjeta de débito y se realicen los pagos en el momento. Así, no se generarán intereses.
Finalmente, una diferencia entre tarjeta de crédito y débito que también se debe tener en cuenta son los servicios asociados a la tarjeta de crédito que no suelen tener la tarjeta de débito. Por ejemplo, una tarjeta de crédito suele tener un seguro de viajes que cubrirá los viajes que hagas cuando pagues los billetes con la tarjeta. Algo en lo que pensamos poco, pero que llegado el momento puede sacarnos de un buen apuro.
Tarjeta de crédito | Tarjeta de débito |
---|---|
Se puede usar el crédito | No se puede usar crédito |
Tiene condiciones | Suele ofrecerse gratis con cualquier cuenta bancaria |
Servicios adicionales: seguro de viaje, de compra, etc. | Sin servicios adicionales o muchos menos |
Más flexibilidad y configurable | Funciones más limitadas |
La forma de elegir la mejor tarjeta de crédito es sencilla. Simplemente tienes que comparar lo que necesitas, lo que puedes cumplir y lo que ofrece la tarjeta.
Lo que necesitas, generalmente se medirá fácilmente gracias a la cantidad del límite de crédito.
Quizá, también debas añadir a la balanza si la tarjeta generará comisiones al sacar dinero en tu cajero más próximo por una cuestión de comodidad.
En este sentido, hay que tener en cuenta que ya no hay diferencias en función de la red de cajeros (Servired, 4B y Euro 6000), pues las tres se han fusionado. Ahora, las comisiones dependen de la entidad emisora de la tarjeta.
Nuestro siguiente factor para comprobar cuál es la mejor tarjeta de crédito es lo que tienes que cumplir.
Como cualquier otro crédito, una tarjeta requiere un estudio de solvencia y cumplir con algunas condiciones. Por ejemplo, muchas entidades bancarias te ofrecerán una tarjeta de crédito gratis si domicilias tu nómina con ellos. Si no lo haces, seguramente tengas que pagar una cuota anual o mensual para poder disfrutar de una tarjeta. Las tarjetas de débito suelen ser gratis sin más, simplemente teniendo una cuenta abierta en una entidad.
Otra de las cosas que tendrás que cumplir es con sus intereses, comisiones y condiciones de devolución del dinero. Para poder elegir la mejor tarjeta de crédito para ti, lo ideal es que hagas tus cálculos y te apuntes en un papel las condiciones máximas que te gustaría tener en cuanto a tipos de intereses, mínimos de devolución del capital, etc.
Para cumplir con este tercer punto tienes a Compinero. En la parte de arriba de esta página, tienes una comparación de tarjetas de crédito que te permitirá ver las condiciones de varios proveedores y que puedas elegir la mejor tarjeta de crédito.
Nuestra misión es ahorrarte horas de investigación previa, pero cuando llegue el momento de la verdad, no dejes de leer el contrato completo de la tarjeta y anotar todas las condiciones que creas importantes en un papel. Hacerlo, te ayudará a ser más consciente de ellas y conocerás mejor el servicio que estás contratando.
Habitualmente, las tarjetas de crédito permiten hacer retiradas de dinero en algunos cajeros de forma gratuita. Por comodidad es importante que alguno de esos cajeros esté cerca de tu casa, del trabajo o de algún lugar por el que pases muy frecuentemente.
Es cierto que cada vez usamos más el móvil para pagar, pero el efectivo sigue siendo útil, cómodo y necesario.