Una línea de crédito es un servicio financiero de financiamiento que consiste en tener dinero a tu disposición, pero pagar solo cuando lo utilizas.
Para entender lo que es una línea de crédito, lo más fácil es compararlo con un préstamo. En un préstamo, el prestamista te da el dinero, lo ingresa en tu cuenta y los intereses empiezan a correr hasta que lo devuelves. Sin embargo, la principal característica de lo que es una línea de crédito es que el dinero no va a tu cuenta si tú no lo solicitas. De modo que cuando lo solicitas, se transfiere de forma instantánea, pero si no haces esa solicitud permanece en posesión del prestamista y, por tanto, no genera intereses.
El funcionamiento de una línea de crédito a particulares es sencilla. En primer lugar, debes solicitar la línea de crédito online. Al hacerlo, la entidad financiera estudiará tu solvencia y decidirá si quiere prestarte dinero y cuánto estaría dispuesta a prestarte.
Antes de hacer la solicitud, es conveniente investigar un poco. Hay muchos proveedores, algunos más exigentes y otros con menos requisitos, pero más caros. Por ejemplo, podrías encontrar una empresa que ofreciera entre 500 y 5000 €, pero que no acepte ASNEF, pero otros proveedores, te pueden permitir estar en un registro de morosos, pues los hay que ofrecen línea de crédito con ASNEF, pero no te dejarán pedir más de 1000 €. En definitiva es cuestión de elegir una entidad que se dirija a las personas como tú.
Si aceptan tu solicitud, tendrás una cuenta en la web de la financiera y podrás disponer del dinero cuando lo desees. Mientras no hagas nada, no dispondrás del dinero y no se generarán intereses. Cuando quieras el dinero, tendrás que entrar en la web, activar la línea de crédito y será a partir de ese momento cuando se empiecen a generar intereses.
Una vez tienes el dinero en tu cuenta puedes utilizarlo, devolverlo o pedir más. Generalmente, una línea de crédito a particulares tiene un límite máximo, pero tú puedes disponer solo de una pequeña parte y solicitar más, más adelante, si lo necesitas.
En definitiva, la clave del cómo funciona la línea de crédito es su flexibilidad.
Para elegir entre una línea de crédito y un préstamo debes tener en cuenta tus necesidades.
En general, la línea de crédito aplica intereses más altos que un préstamo en igualdad de condiciones. Es así, porque dicho de forma coloquial, con la línea de crédito tienes un dinero a tu disposición “por si acaso”, mientras que con el préstamo, la entidad financiera tiene claro que te envía el dinero y le generará beneficios.
Por tanto, en igualdad de condiciones, uno de los factores esenciales para elegir entre línea de crédito o préstamo es si vas a necesitar el dinero seguro en un plazo de tiempo determinado o si no sabes exactamente cuándo tendrás la necesidad de liquidez. En este último caso, la línea de crédito sería mejor, siempre pensando que las condiciones de ambos servicios fueran similares.
A continuación, te ofrecemos una tabla comparativa entre la línea de crédito y el préstamo:
Línea de crédito | Préstamo |
---|---|
Tienes el dinero disponible y puedes usarlo cuando quieras. No tiene por qué ser ahora. | Tienes el dinero en tu cuenta desde el primer momento, quieras usarlo ahora o no. |
Si no dispones del dinero, no pagas intereses. | Como la disposición del dinero es obligatoria, tendrás que pagar intereses. |
Los tipos de interés suelen ser más altos. | Más bajos. |
Puedes devolver parte del dinero o pedir más en cualquier momento (dentro de tu límite de préstamo). | Pedir más o hacer una devolución anticipada suele tener comisiones asociadas, aunque no siempre. |
Es adecuado si quieres tener un colchón de liquidez. | Es adecuado si necesitas liquidez en este momento. |
Para solicitar una línea de crédito online necesitarás cumplir con los requisitos habituales:
A partir de ahí, es importante hacer una investigación para comparar diferentes posibilidades. El listado que puedes encontrar en esta misma página de Compinero es un buen lugar para empezar tu investigación.
Al ver lo que se ofrece en el mercado, tendrás una mejor idea de lo que puedes conseguir. Con ello en mente, tienes que comprobar si una vez te presten el dinero y lo gastes, luego podrás ahorrar para devolverlo.
La manera es sencilla, calcula el remanente de tus ingresos que queda tras aplicar tus gastos. Cuando calcules gastos, no caigas en la tentación de no sumar las pequeñas cosas. Todo suma y es muy importante que estés completamente seguro de que podrás devolver el dinero.
Si te salen las cuentas, es el momento de solicitar la línea de crédito online.
Simplemente ve a la web del prestamista y regístrate en ella. Ten preparado tu DNI porque tarde o temprano tendrás que enviarles una foto de él. Otro de los documentos clave para solicitar una línea de crédito online es el justificante de ingresos. En el caso de los créditos rápidos, puede no ser necesario porque ofrecen la opción de iniciar sesión en tu cuenta bancaria a través de su web, para que un robot compruebe tu solvencia. Pero para créditos de mayor cantidad, probablemente te pidan el justificante de ingresos de todas las maneras.
Al solicitar la línea de crédito online, te evitas acudir a la oficina, pero claro hay que firmar un contrato. Esta firma suele hacerse introduciendo un código o pulsando un link que te envíe la entidad financiera. Sin introducir ese código o pulsar ese link, el crédito no se materializará.
Para elegir entre las líneas de crédito debes tener en cuenta tus necesidades y las características del servicio.
En cuanto a tus necesidades, no es lo mismo una línea de crédito con ASNEF que una normal, pero lógicamente si estás en el registro de moroso, la normal no te va a valer. De la misma manera, si necesitas el dinero urgente, tendrás que optar por una línea de crédito inmediata, pero lógicamente la urgencia puede costarte algunos puntos extra en el interés.
Es tan sencillo como comparar lo que necesitas y los requisitos que puedes cumplir con lo que ofrece la financiera.
Luego, hay que ver las características propias del servicio. Los factores más importantes son:
Compinero ha centrado su página sobre líneas de créditos en los particulares. Esto quiere decir que si eres una empresa, seguramente no te sirvan las opciones que veas aquí. No obstante, consulta nuestra página para empresas en el menú de arriba.
Las líneas de crédito para particulares tienen las mismas responsabilidades que los préstamos personales. Es decir, en caso de impago, el deudor responderá con su patrimonio siendo posible que el juez decida el embargo de su sueldo o incluso de alguna propiedad.
Lógicamente antes de llegar a ese extremo, el consumidor tendrá muchas opciones de realizar los pagos que debe.
No obstante, es esencial solo pedir el dinero que se va a poder devolver.