La reunificación de deudas consiste en solicitar un gran préstamo para devolver todos los demás que se tengan pendientes con el objetivo de que la cuota mensual a pagar de este gran préstamo sea menor que la suma de pequeñas cuotas de todos los préstamos que se tenía antes de la cancelación.
Conseguir esto no es tan fácil como llamar a la puerta de un prestamista y que te conceda el préstamo por tu cara bonita. Generalmente, para conseguir un préstamo del calibre suficiente como para realizar una reunificación de deudas es necesario acudir a una hipoteca o, como mínimo, a un avalista.
En las finanzas hay una máxima que se aplica a todos los préstamos por igual: solo te concederán un préstamo si creen que realmente vas a devolverlo.
En Compinero, hemos reunido varios prestamistas que conceden préstamos de reunificación de deudas. Solo tienes que mirar en el listado de arriba y visitar sus webs para informarte sin ningún compromiso.
El proceso de solicitud suele ser sencillo y, hoy en día, se puede hacer online. Te pedirán tus datos personales y financieros para estudiar tu solvencia y en muy poco tiempo te darán una respuesta.
Si vas a tener un avalista o presentar el coche o una propiedad como garantía, también necesitarás los papeles que te acrediten como propietario.
La clave para que una reunificación de deudas merezca la pena es que la cuota del préstamo de reunificación de deudas sea menor que la suma de las cuotas de los otros préstamos y te permita acometer los pagos menusales con mayor tranquilidad.
Por eso, suele ser conveniente cuando el pago de las cuotas de tus préstamos actuales está poniendo demasiado estrés en tu presupuesto mensual.
Sin embargo, también debes considerar tu situación personal y decidir si realmente vas a poder hipotecar o poner una garantía como propiedad y si quieres arriesgarte a perderla en caso de no poder devolver el préstamo de la reunificación de deudas.
En caso de que preveas que no vas a poder pagar tampoco la cuota de la reunificación de deudas, quizá tengas que acudir a otras soluciones como vender el piso o buscar ingresos de alguna manera posible. La reunificación de deudas puede llegar a ser muy útil, pero es importante estar seguros de poder afrontarla para no perder el bien hipotecado o puesto como garantía.
Además del hecho de que al hipotecar un bien estás arriesgándote a perderlo si las cosas van mal, hay que tener claro que, con una reunificación de deudas, al reducir la cantidad que pagas mensualmente, no estás haciendo magia, sino ampliando el plazo de la deuda.
Al pagar la deuda en un plazo más largo, la cantidad mensual a pagar se reduce, pero eso también implica que los intereses se devengarán durante más tiempo, por lo que es muy probable que, en el largo plazo, acabes pagando más dinero en concepto total de intereses.
Es decir, es más cómoda pero también más cara.
También debes tener en cuenta los intereses y comisiones por pago anticipado. Cuando devueles un préstamo de forma anticipada, ahorras en intereses, ya que no se devengarán los intereses de los meses pendientes, pero para no perderse todo el pastel, los prestamistas suelen añadir unas “sanciones” en forma de comisión e interés por pronto pago. Si tus deudas son altas, estos gastos pueden ser significativos. Comprueba este particular en todos los préstamos que tengas y tenlos en cuenta a la hora de decidir la cantidad final que vas a solicitar en tu préstamo de reunificación de deudas.
Finalmente, no pienses que vas a pedir la reunificación de deudas y te vas a olvidar del problema. Cancelar y devolver todos los préstamos que tenías pendientes queda de tu mano. Eso sí, tendrás el dinero de la reunificación de deudas para hacerlo.
Consejo extra: Antes de dar el visto bueno al préstamo haz un plan de pagos. Anota tus ingresos y gastos mensuales en un papel. Añade todos los gastos que recuerdes, no ignores ninguno por pequeño sea. Esto te dará una idea para saber cuánto dinero puedes devolver cada mes.
Prácticamente todas siempre que le merezca la pena al usuario en cuestión en función de su situación personal. Algunas de las más típicas son:
Si tus préstamos acumulan una deuda muy pequeña es posible que las entidades que ofrecen reunificación de deudas no estén interesadas. Generalmente querrán que tengas un deuda mínima en préstamos de 3.000 a 5.000 €.
En cuanto a la cantidad máxima, con hipoteca todo depende del valor de tu propiedad, pero debes tener claro que solo aceptarán darte un préstamo por un pequeño porcentaje del valor total de la propiedad y no por el valor completo.
En todo caso, si tu realidad no se ajusta a estos límites, no pierdes nada por preguntar.
La reunificación de deudas suele tener los costes asociados a una hipoteca más las tarifas e intereses por pronto pago de las deudas que canceles. Por tanto, habitualmente tendrás que pagar: